Las actuaciones que se están llevando a cabo por parte de la Confederación Hidrográfica del Ebro, sin proyecto, sin evaluación de impacto y sin ningún tipo de sensibilidad ambiental, están destrozando todo ese dinamismo y naturalidad recuperada por un río que, no olvidemos, se encuentra en una zona de alta montaña, elevada naturalidad y a las puertas de un Parque Natural. De nuevo se olvidan las recomendaciones europeas, con sentido común y de lo económico, que nos dicen que deberíamos planificar el uso del territorio y dejar para el río lo que es suyo, dejando zonas libres para la inundación sin daños y respetando el espacio fluvial. Así, no olvidemos que la Directiva europea de Inundaciones señala que habría que considerar el “territorio en riesgo como no urbanizable (…) incluida la posibilidad de retirar construcciones o instalaciones existentes que supongan un grave riesgo”.
Este artículo de Alfredo Ollero hace un repaso a las actuaciones de restauración del cauce realizadas por la C.H.E.