El resultado positivo de la campaña que se ha publicado se explica porque, a pesar de haber tenido un 5% menos de esquiadores que la temporada anterior, han aumentado un 2% la cifra de negocio y han reducido un 12% los gastos de explotación. Ni que decir tiene estas rebajas tienen un coste social, sus gastos por empleado han sufrido una rebaja de 33.789€ a 32.523€ y mucho nos tememos que la rebaja del 12% de gastos de explotación se hallan hecho también a costa de terceras empresas y personas.
Otra cosa positiva es que ha conseguido rebajar su deuda de 59,2 a 52 millones.
Entre los datos negativos está su Fondo de Maniobra negativo de 13,2 millones, el ejercicio anterior fue también negativo de 8,3 millones. Esto significa que depende absolutamente del crédito a corto plazo, es decir, de los bancos para sobrevivir, y si los bancos se negasen a prestarle, correría peligro de quiebra o tendría que recibir el dinero directamente de la DGA e Ibercaja a través de ampliación de capital.
Aquí se explica lo que es el fondo de maniobra:
En realidad, la auditoria viene a decir lo mismo todos los años: Aramón vive gracias a que sus dos socios son solventes y se comprometen a mantenerla a flote. Dicho con sus palabras:
Entre las curiosidades destacables en ese ejercicio aparece una rebaja en el precio de los terrenos de Montanuy. Los compraron por 21 millones y ahora valen 8,355 millones, un millón menos que el ejercicio anterior y así van poco a poco ajustando su precio al de mercado, esto es como prado de pasto.
También hemos conocido que Astún ha retirado todos sus recursos, incluida la queja a la CEE. Esta era una duda que se ha disipado aunque sigue en el terreno de la duda si ha sido cambio de alguna contrapartida y cual has sido esta.
Por lo que respecta a los gastos financieros, han disminuido. En este ejercicio han sido de 2 millones, 0,3 millones menos que el ejercicio anterior.
En cuanto al futuro, ARAMON esperaba que la temporada siguiente fuese parecida a esa. No fue así y perdió el 20% de esquiadores. Como esta temporada ingresó por explotación unos 47 millones de euros, si aplicamos un cálculo lineal han debido ingresar unos 9,4 millones menos, y como muchos de los gastos son fijos o no bajan en la misma proporción hemos de esperar unas pérdidas de 5 o más millones, es decir el camino de siempre.
La maravilla de estás cuentas (y de las demás) es que hablan de futuro, de expectativas, de créditos a largo plazo en un negocio que depende absolutamente de la nieve y por lo tanto del clima.
Ni una vez en sus 98 páginas, se escribe el sintagma maldito: “Cambio Climático”. No sabemos cuales son los planes de la empresa para adaptarse, o lo que sea, hacen planes de futuro como que todo seguirá siempre así, como la canción forever young
ARAMON avanza esquiando sobre una nieve que se desvanece.