El punto de partida para explicar la teoría del decrecimiento es sencillo: no se puede crecer económicamente de forma indefinida en un planeta finito. Dicho de otro modo, si seguimos consumiendo los recursos naturales a la velocidad actual, se acabarán y poco a poco viviremos en un mundo peor.
La contaminación de las aguas, la destrucción del suelo fértil, el agotamiento de los combustibles fósiles, el empeoramiento de las condiciones laborales o el progresivo recorte en las libertades individuales son síntomas inequívocos de la crisis global que padecemos e indicios claros de que el camino elegido no es el adecuado.
En el enlace de "DECRECIMIENTO ARAGÓN" que hemos puesto podeis encontrar toda la información que necesiteis. La primera imagen es de Serge Latouche que ya desde los años 70 viene trabajando en una crítica a la ortodoxia económica. Los tiempos que se nos avecinan son propicios a una nueva configuración de la economía y del ser humano.
ÁNIMO CON EL 21 DE NOVIEMBRE