Plagiando
a Fernando Suarez que nos visitó el pasado mes de octubre, el sector del
porcino, en manos de la integración, no quiere afrontar los problemas
medioambientales que todo el mundo empieza a conocer y que ya son un grave
motivo de preocupación social.
Mientras
tanto, la mayoría de las administraciones públicas siguen sin afrontar y
controlar la problemática ignorando los problemas medioambientales, los pueblos
sin suministro de agua potable, el grave daño sobre el turismo rural y la grave
generación de despoblación allí donde se colocan algunas explotaciones (justo
lo contrario de lo que el sector presume).
Este
sector obtiene grandes beneficios, pero no dedica ni un euro para la gestión
racional del residuo, para solucionar los graves problemas creados y para no
poner más granjas donde ya existen problemas o donde se pueden crear de forma
irreversible.
Y,
mientras tanto, los ganaderos siguen siendo las víctimas, en manos de la
integración que no reconoce los costes medioambientales que necesariamente
habrá que afrontar.
En el otro extremo del espectro de la
práctica agrícola este artículo sobre agricultura regenerativa da otra visión
del campo que deberemos tener en cuenta: