domingo, 3 de enero de 2021

VACAS, CERDOS, GUERRAS Y BRUJAS

El materialismo cultural de Marvin Harris que muchos de nuestros lectores conocerán, han aterrizado a la vez en la provincia de Soria y en la de Huesca.

Puede que parezca cosa de la antropología, pero a este grupo ecologista, algo descreído del interés cultural del sector industrial de la ganadería intensiva, le parece un episodio más de la imposición del modelo de beneficio cortoplacista que está engrosando las arcas de un, cada vez más, selectísimo sector del empresariado agroganadero.

Si en el municipio soriano de Noviercas la mercantil “Valle de Odieta” dicta al consistorio la revisión necesaria de las normas urbanísticas para que la mayor granja de vacuno de Europa pueda instalarse en la localidad, en el municipio oscense de La Puebla de Castro, la Agropecuaria del Isábena hace lo propio para que la ampliación de la instalación tramitada ya en el mes de agosto, pueda cumplir la legalidad adaptando el planeamiento a la voluntad del promotor.

Las similitudes en ambos casos son evidentes y se trata, sencillamente de la torsión de la legalidad del diseño urbano para que quepa aquello que, tal como se había hecho el planeamiento, no debía de caber. Ambas instalaciones macroganaderas están en zonas vulnerables a la contaminación por nitratos y ambas poblaciones han tenido que resolver su abastecimiento recurriendo a otros manantiales distintos de los que usaron quienes crearon estos pueblos.

Los argumentos para que la población asuma estas instalaciones como inevitables por los tiempos que corren y necesarias para la generación de empleo, están calcadas de una a otra iniciativa. No sabemos si es falta de originalidad o simplemente es la materialización de que una mentira suficientemente repetida se convierte en programa electoral.

A este grupo ecologista que apoya la moratoria para las grandes instalaciones ganaderas, tal como contábamos el día 22 del último mes del infausto 2020, tanto el caso soriano como el oscense, le parece una verdadera irracionalidad ante la que presentaremos las aportaciones que el ordenamiento normativo nos permite.

En ambos casos estamos ante la materialización del EXCESO COMO NORMA en la actuación de un sector que se ampara en los beneficios del mercado sin mirar la realidad que existe a dos palmos de sus narices.

En el lado oscense, si nuestros datos no son erróneos, en este momento superan niveles máximos de nitratos, Escherichia coli , bacterias coliformes, Clostridium perfringens  el Manantial de Pueyo, el Barranco del Sarrón,  el Barranco de Santo Domingo, el de la Puebla del Mon y el manantial de El Güello y también se podía hablar de la Fuente del Corán de La Puebla de Castro que ya hace muchos años dio la voz de alarma de lo que puede suceder cuando la tierra y el agua se gestiona desde la miseria mental.

En el lado soriano, y no es para consolar, está en peligro las masas de agua del rico complejo acuífero del Moncayo que comparten dos cuencas hidrográficas y tres comunidades autónomas. Allí es la codicia industrial de Ólvega y la ambición ganadera de Noviercas las que ponen en peligro el derecho de la población actual a un desarrollo en armonía con el medio natural y el derecho al futuro de las generaciones venideras. Cambian las personas y los beneficiarios, pero la injusticia es la misma.

La información sobre esta nueva iniciativa urbanística de la Puebla de Castro se puede descargar de: 

https://aplicaciones.aragon.es/inadocpubl/privado/novedades.xhtml