Si en el municipio soriano de Noviercas la mercantil “Valle
de Odieta” dicta al consistorio la revisión necesaria de las normas urbanísticas
para que la mayor granja de vacuno de Europa pueda instalarse en la localidad, en el
municipio oscense de La Puebla de Castro, la Agropecuaria del Isábena hace lo
propio para que la ampliación de la instalación tramitada ya en el mes de
agosto, pueda cumplir la legalidad adaptando el planeamiento a la voluntad del
promotor.
Las similitudes en ambos casos son evidentes y se trata,
sencillamente de la torsión de la legalidad del diseño urbano para que quepa
aquello que, tal como se había hecho el planeamiento, no debía de caber. Ambas
instalaciones macroganaderas están en zonas vulnerables a la contaminación por
nitratos y ambas poblaciones han tenido que resolver su abastecimiento
recurriendo a otros manantiales distintos de los que usaron quienes crearon estos
pueblos.
Los argumentos para que la población asuma estas
instalaciones como inevitables por los tiempos que corren y necesarias para la
generación de empleo, están calcadas de una a otra iniciativa. No sabemos si es falta
de originalidad o simplemente es la materialización de que una mentira suficientemente
repetida se convierte en programa electoral.
A este grupo ecologista que apoya la moratoria para las
grandes instalaciones ganaderas, tal como contábamos el día 22 del último mes
del infausto 2020, tanto el caso soriano como el oscense, le parece una verdadera
irracionalidad ante la que presentaremos las aportaciones que el ordenamiento
normativo nos permite.
En ambos casos estamos ante la materialización del EXCESO
COMO NORMA en la actuación de un sector que se ampara en los beneficios del
mercado sin mirar la realidad que existe a dos palmos de sus narices.
En el lado oscense, si nuestros datos no son erróneos, en
este momento superan niveles máximos de nitratos, Escherichia coli , bacterias
coliformes, Clostridium perfringens el Manantial
de Pueyo, el Barranco del Sarrón, el Barranco
de Santo Domingo, el de la Puebla del Mon y el manantial de El Güello y también
se podía hablar de la Fuente del Corán de La Puebla de Castro que ya hace
muchos años dio la voz de alarma de lo que puede suceder cuando la tierra y el
agua se gestiona desde la miseria mental.
En el lado soriano, y no es para consolar, está en peligro
las masas de agua del rico complejo acuífero del Moncayo que comparten dos
cuencas hidrográficas y tres comunidades autónomas. Allí es la codicia
industrial de Ólvega y la ambición ganadera de Noviercas las que ponen en
peligro el derecho de la población actual a un desarrollo en armonía con el
medio natural y el derecho al futuro de las generaciones venideras. Cambian las
personas y los beneficiarios, pero la injusticia es la misma.
La información sobre esta nueva iniciativa urbanística de la Puebla de Castro se puede descargar de:
https://aplicaciones.aragon.es/inadocpubl/privado/novedades.xhtml