La Ecología Social se proyecta en un modelo de municipalismo en el que lo importante ya no es sólo la esfera económica, sino una convivencia humana y social que se propone como motor del cambio.
Si escuchamos a Murray Bookchin ("parlamentarismo municipal"), el municipalismo lucha por la liberación de los municipios en contra del poder estatal, con el fin de que la organización municipal alternativa (de estilo federalista) sea un contrapoder eficaz al estado centralizado y al sistema económico relacionado con él.
En este proceso, antes de conseguir el cambio social global, se debe ir definiendo una nueva forma de vida y comunidad practicando nuevos valores éticos y organizativos y redefiniendo, de igual modo, las relaciones del ser humano con la naturaleza.
Sabemos que alcanzar una confederación de municipalidades que terminarían resultando en una ruptura con el Estado-Nación es una lejana utopía que se viene soñando desde el Socialismo Utópico y, más recientemente desde los años 60 del siglo XX.
Hoy se sigue pensando/soñando en un municipalismo autogestionario dentro de un sistema estatalista y existen posturas que defienden la participación en las elecciones municipales a través de partidos políticos organizados mediante democracia directa que expandan su organización al conjunto del municipio con la intención de superar a los partidos tradicionales.
Al mismo tiempo, además de una presencia electoral, se plantea una organización social de abajo a arriba, pensando en organizaciones de producción, de consumo, ideológicas, culturales, etc que contribuyeran a una reapropiación del municipio por parte de la sociedad y a una redefinición de la vida comunitaria .Con toda una larga serie de matices, diferencias y consonancias, desde la Ecología Social, parece lógico mirar hacia un mínimo esencial que considere el "municipalismo de base" como origen de todo un proceso de servicio a la ciudadanía y desde esa postura parecería igualmente necesario preguntarse si el modelo encadenado MUNICIPIO - COMARCA - PROVINCIA - COMUNIDAD AUTÓNOMA-.... está en sintonía con el objetivo lejano o más bien nos aleja de él al perpetuar una clase dirigente estratificada que, amparándose en la necesaria prestación de servicios a la ciudadanía, consolida las bases del sistema que queremos revisar a la par que acentúa una sociedad jerarquizada.
¿De verdad son necesarias comarcas y diputaciones para la prestación de servicios?. ¿No se debería recuperar con decisión el municipalismo con todas sus competencias?. ¿Existen formulas administrativas para mancomunar el trabajo de los municipios pequeños que por si mismos no puedan hacer frente a sus obligaciones?.
Ahora que la máquina del estado en todas sus escalas, se vuelve a poner en marcha sería buen momento para repensar el futuro mirando de cerca las limitaciones que el planeta y la naturaleza nos impone.
https://www.elsaltodiario.com/municipalismo/la-apuesta-municipalista-revision-o-abandonoSi escuchamos a Murray Bookchin ("parlamentarismo municipal"), el municipalismo lucha por la liberación de los municipios en contra del poder estatal, con el fin de que la organización municipal alternativa (de estilo federalista) sea un contrapoder eficaz al estado centralizado y al sistema económico relacionado con él.
En este proceso, antes de conseguir el cambio social global, se debe ir definiendo una nueva forma de vida y comunidad practicando nuevos valores éticos y organizativos y redefiniendo, de igual modo, las relaciones del ser humano con la naturaleza.
Sabemos que alcanzar una confederación de municipalidades que terminarían resultando en una ruptura con el Estado-Nación es una lejana utopía que se viene soñando desde el Socialismo Utópico y, más recientemente desde los años 60 del siglo XX.
Hoy se sigue pensando/soñando en un municipalismo autogestionario dentro de un sistema estatalista y existen posturas que defienden la participación en las elecciones municipales a través de partidos políticos organizados mediante democracia directa que expandan su organización al conjunto del municipio con la intención de superar a los partidos tradicionales.
Al mismo tiempo, además de una presencia electoral, se plantea una organización social de abajo a arriba, pensando en organizaciones de producción, de consumo, ideológicas, culturales, etc que contribuyeran a una reapropiación del municipio por parte de la sociedad y a una redefinición de la vida comunitaria .Con toda una larga serie de matices, diferencias y consonancias, desde la Ecología Social, parece lógico mirar hacia un mínimo esencial que considere el "municipalismo de base" como origen de todo un proceso de servicio a la ciudadanía y desde esa postura parecería igualmente necesario preguntarse si el modelo encadenado MUNICIPIO - COMARCA - PROVINCIA - COMUNIDAD AUTÓNOMA-.... está en sintonía con el objetivo lejano o más bien nos aleja de él al perpetuar una clase dirigente estratificada que, amparándose en la necesaria prestación de servicios a la ciudadanía, consolida las bases del sistema que queremos revisar a la par que acentúa una sociedad jerarquizada.
¿De verdad son necesarias comarcas y diputaciones para la prestación de servicios?. ¿No se debería recuperar con decisión el municipalismo con todas sus competencias?. ¿Existen formulas administrativas para mancomunar el trabajo de los municipios pequeños que por si mismos no puedan hacer frente a sus obligaciones?.
Ahora que la máquina del estado en todas sus escalas, se vuelve a poner en marcha sería buen momento para repensar el futuro mirando de cerca las limitaciones que el planeta y la naturaleza nos impone.
«Produce una inmensa tristeza pensar que la naturaleza habla
mientras el género humano no la escucha».
Victor Hugo
