jueves, 5 de diciembre de 2019

DESARROLLO TERRITORIAL, OSOS Y TELEFÉRICOS

La actualidad nos trae un variado catálogo de ideas, propuestas y debates que aunque parezcan inconexas tienen un punto de encuentro en el modelo de desarrollo de las zonas de montaña.
Mientras el diario.es informa del proyecto de construcción de un teleférico al ibón de Ip en la zona de Canfranc, nevasport.com nos trae una iniciativa en el valle de Arán para construir una estación de montaña y centro trail con 130 kilómetros de rutas de trail running 240 kilómetros de itinerarios de esquí de montaña y raquetas de nieve.

El debate sobre la convivencia entre ganadería con el oso y el lobo, puso de manifiesto las profundas diferencias que desde una visión tradicional, se viven en los espacios naturales que han vuelto a ocupar estos carnívoros. 
Mientras los ganaderos priorizan su actividad y proponen zonas de reserva para el oso y el lobo, quienes optan por un modelo que busca la convivencia, insisten en las medidas de protección, vallas, perros o pastores contratados por la noche y se constata que en otras regiones de España esta convivencia es posible.  
Sin duda es necesario que la administración ejerza la mediación y tome la iniciativa para hacer posible esa coexistencia que precisa una adaptabilidad por parte de los pobladores de la montaña, que ahora enfrentan nuevos retos a los que no se puede hacer frente con las viejas tradiciones.
Se reconoce el problema estructural y social de la ganadería extensiva que cada vez es menos rentable, sin que esto sea culpa de ningún carnívoro que no sea el hombre.
Sin duda es entrañable escuchar la experiencia de viejos ganaderos a los que hay que agradecer un trabajo de siglos y será preciso un esfuerzo desde la administración y los colectivos implicados para favorecer un desarrollo armónico de los territorios de montaña. Unos y otros habrán que asumir que la misma normativa que favorece, con la Política Agraria Común, la actividad ganadera, obliga a considerar al oso y al lobo habitantes de estas tierras.
Estany Gento en la Vall Fosca
Cambiando de valle y de tema, la actualidad nos trae el proyecto de hacer accesible por teleférico del Ibón de Ip en el valle del Aragón y surge las preguntas y las dudas sobre la necesidad de esa infraestructura y sobre su rentabilidad.
Por otro lado, tenemos todas las dudas sobre la rentabilidad económica de esta nueva propuesta o empeño de masificar la montaña. El caso de la Vall Fosca donde hace muchos años que ya existe un teleférico parecido es una prueba de que no es oro todo lo que reluce en los proyectos. 
Este transporte tuvo en 2018, 20.000 pasajeros, muy lejos de los 80.000 que presuponen para el del valle de Ip. Lo gestiona el Consell Comarcal del Pallars, junto con un museo hidroeléctrico en la vieja central de Capdella y está la mayor parte del año cerrado por falta de rentabilidad.
Creemos que el proyecto está excesivamente cargado de optimismo y que además profundiza en un modelo de desarrollo lejano a la deseable armonía entre los visitantes y el paisaje. 
Por esa razón desde el movimiento ecologista  se presentaron estás alegaciones:



En la discusión permanente que una sociedad tiene que hacer sobre su ser y su devenir, quienes habitamos el espacio pirenáico tenemos un reto de equilibrio entre lo que fue y lo que viene. Igual que la ganadería tendrá que acomodar su paso a una nueva realidad, el desarrollo turísitico tendrá que repasar también los modelos que tuvieron éxito en su momento y comprobar si siguen en vigor o, igual que los ganaderos, tenemos que proponer nuevas formas de ver y entender el paisaje de nuestros valles.



https://www.nevasport.com/noticias/art/57566/Vielha-saca-a-concurso-una-estacion-de-240-kms-de-esqui-de-montana/