viernes, 7 de agosto de 2020

CARRETERA DE ACCESO A ESPÉS. 2

El destrozo en la carretera de acceso a Espés desde el puente de Río Blanco es de tal calibre que debemos profundizar en ello y preguntarnos cómo es posible que desde la misma administración provincial se agreda de esta forma al medio natural. Una vez más es de aplicación la formula que determina el desinterés público.

OBRA DUDOSA+INTERÉS EMPRESARIAL+POCA INSPECCIÓN=DESASTRE NATURAL

La Diputación Provincial de Huesca es responsable de la destrucción de la capa vegetal en una anchura de 8m. a más de 50m, en algunos tramos. El movimiento de tierras que se observa no guarda proporción con el objetivo de la obra. Se ha podido destruir completamente la vegetación en unas 10has. de una gran variedad forestal (pino albar, álamo, abedul, tilo, haya, roble, serbal,.etc) en una zona muy rica en especies vegetales.

Se han destruido ejemplares de flora catalogada, al menos de Ramonda Myconi, que es abundante en este entorno y posiblemente de otras especies menos fáciles de evaluar al no haberse realizado un estudio previo a la actuación.

Las obras afectan a la Zona de Especial Protección para las Aves “Turbón y Sierra de Sis”, al Área Crítica del Plan de Recuperación del Quebrantahuesos y al de conservación del Urogallo. Causa sorpresa que una administración que establece la protección de estos hábitats ampare con el silencio, su deterioro.

El mismo desasosiego produce la actuación INAGA que dictaminó en 2016 que el acondicionamiento de esta carretera no precisaba evaluación de impacto ambiental.

Bien es verdad que, según hemos podido comprobar el proyecto que se describe en la resolución del INAGA se parece poco a lo realizado por la empresa concesionaria. Mientras el proyecto aprobado describe una plataforma de 5,5m. en una actuación de “escasas dimensiones” y “afecciones sobre la vegetación, hábitats de interés comunitario, fauna y espacios de la Red Natura 2000 minimizados por las medidas preventivas y correctoras propuestas”, lo que hay sobre el terreno son grandes excavaciones en el monte con injustificadas penetraciones en la ladera y vertidos de escombros , sin que se pueda observar que se haya aplicado ninguna medida preventiva o correctora.

Desde este grupo ecologista se entiende que la empresa ha incumplido gravemente los condicionados del INAGA y al mismo tiempo, tanto este Instituto como la propia DPH han eludido su obligación inspectora. Las actuaciones que la UTE liderada por HORPISA ha realizado en este entorno natural deberían justificar sobradamente un proceso sancionador.

La totalidad del proyecto puede descargarse de este enlace:

https://contrataciondelestado.es/wps/wcm/connect/4a5c35e3-7115-410b-99f6-447ca25efc5f/DOC_CD2018-061799.pdf?MOD=AJPERES

Es de especial interés el documento medioambiental (anejo 14) que, tal como ha valorado el INAGA, recoge una propuesta de actuación “que se adapta al trazado actual con el fin de disminuir el coste económico y minimizar el posible impacto sobre el medio”.   

Pese a esta intención del documento ambiental que, por otro lado, realiza (Anejo 14, pag.1) una justificación del proyecto de dudosa credibilidad, la realidad de la obra que se puede ver sobre el terreno constituye un pésimo ejemplo de gestión de la obra junto a una grave agresión al entorno natural.