De la concentración que ayer protagonizó la Plataforma en Defensa de las Montañas en Zaragoza traemos solo una imagen. La actuación de las maquinas de ARAMON le daba más sentido aun a esta convocatoria que esparcía a las puertas del Pignatelli una nieve falsa que hace juego con el cúmulo de mentiras que hace tiempo tapizan las laderas del valle de Castanesa.
La entrada de hoy se fija más en Benasque y en el intento perenne de que, pese a todo, nada cambie.
Lejos parece quedar el tiempo en que el Pirineo era un espacio compartido, un universo con identidad propia casi al margen del devenir de las realidades a una y otra ladera de la cadena montañosa. Las veleidades políticas de las familias políticas e intereses locales pueden más que esa tenue atmósfera común que con sus más y sus menos, (los menos siempre han caído del lado español) parecían conformar al habitante de la montaña como dueño de un pasaporte anímico que le hacía habitante bilingüe de pleno derecho de prados, cimas y senderos.
Hoy, pese a toda la modernidad ya sea líquida o gaseosa, poco se parecen los pastores franceses a sus homónimos aragoneses y no solo por la juventud de los primeros, como tampoco se parece la forma de gestión de los espacios protegidos a uno y otro lado de la muga ni la forma de comercializar los productos que la tierra y el ganado producen en las dos laderas de una frontera que, conforme se difumina en lo administrativo se cristaliza su asimetría.
La localidad francesa de Cautertets que es al Vignemale lo que Benasque al Aneto, ha desestimado la idea de unión de estaciones de esquí que hace tan solo dos años parecía su proyecto estrella. Para ello en 2019 se creó el "Syndicat Intercommunal des Domaines Skiables de Cauterets et Luz Ardiden", una entidad pública bajo la tutela del Estado y de algunos municipios con el objetivo de controlar ambas estaciones de esquí desde una misma entidad y poder afrontar mejor el proyecto de unión entre ambas. Lo que podría ser un ARAMON afrancesado.
Dos años después, el Concejo de Cauterets afirma que no tiene sentido mantener esta estructura administrativa y ha abandonado la construcción del funicular que debía unir las dos estaciones de esquí después de que no se viera con buenos ojos desde el ámbito político y que para mucha gente además, la operación, demandante de fondos públicos, parecía diseñada específicamente para reducir la deuda de Luz Ardiden.
Cruzando la muga, el Ayto. de Benasque está encantado de la vida ante la posibilidad de licitar el teleférico a Cerler. Con toda probabilidad escucharemos dentro de no mucho tiempo, los beneficios ecológicos de esta obra y su repercusión en la seguridad vial de los usuarios de la estación de Cerler que se sigue queriendo ampliar para que el negocio de la especulación urbanística siga su marcha cual si no pasara nada y como no, se hablará de la creación de empleo y de la vertebración de la España Vacía que ya hace tiempo se ha convertido en la banda musical de la política ancestral que aspira a engañar a su electorado con una "nueva renovación".El olor de los Fondos de Recuperación de la Unión Europea está abriendo el apetito de infraestructuras en todos los sectores. Si las renovables aspiran a extenderse por el territorio pintando de verde la especulación energética, no va a ser menos la industria de la nieve que se muestra como la única posibilidad de desarrollo del norte de la comarca. Y así podría parecer en una análisis simplista si no entráramos en el tejido de este ya largo entramado de intereses de todo tipo en que se ha convertido la industria dela nieve en su conjunto y, en especial, la feria de las vanidades de la ampliación de la estación de esquí de Cerler.
Desgraciadamente la simplicidad se está poniendo de moda y una significativa parte de la población no concibe más sentido crítico ni más libertad que la que cabe en una caña de cerveza. Mirar a uno y otro lado de la linea imaginaria que separa España de Francia tal vez nos ayude a entender mejor a las gentes, sus territorios y su naturaleza.
Para saber un poco más: