lunes, 6 de enero de 2020

ENTONCES, AHORA, SIEMPRE,..... LA MALDICIÓN DE LA ARAGÓN CAZARIL....

La prensa aragonesa recoge la decisión de solicitar ante el ejecutivo del estado lo que, con escaso conocimiento de la realidad el periodista califica de vieja aspiración de construir una interconexión eléctrica con Francia que atraviese el Pirineo aragonés.
Según recoge el “Periódico de Aragón”, el Gobierno autonómico quiere que se relance el proyecto, que ha permanecido en una situación de hibernación en los últimos años tras los sucesivos y frustrados intentos de relanzarlo y a pesar de los compromisos para su desarrollo alcanzados por España y Francia.
En el complicado equilibrio del ejecutivo aragonés es ahora Arturo Aliaga el que, como hicieran sus antecesores en el partido, pretende que el Ejecutivo central priorice esta inversión.


Ahora como entonces, los representantes de la oligarquía de siempre volverán  a justificar ar la necesidad de una interconexión con argumentos tan banales como falsos.
Desde Ecologistas en Acción, en pleno convencimiento de lo que significan las propuestas de le ECOLOGÍA SOCIAL, contradecimos esta necesidad de la que el mero paso del tiempo está demostrando la falsedad de sus razones y apoyamos el trabajo y ls propuestas de la RED DE APOYO MUTUO EN RESPUESTA A LOS MEGAPROYECTOS ENERGÉTICOS y como ellos pensamos que:
- Frente a la intención de integrar mercados y con ello, bajar los precios, la experiencia directa de las interconexiones eléctricas puestas en servicio a lo largo de los últimos años (Santa Llogaia-Baixas) solo ha sido capaz de aumentar el coste de la electricidad.
- La necesidad de aumentar la seguridad de suministro choca con la gran sobrecapacidad actualmente instalada, así como los reducidos periodos de falta de disponibilidad, muy por debajo de los valores máximos impuestos por la normativa.
- En cuanto a la penetración renovable, en la actualidad estamos viendo que la existencia de interconexiones está fomentando precisamente el efecto contrario: está posibilitando, por parte de España, la importación de energía eléctrica nuclear barata de Francia y la importación de energía eléctrica de origen fósil (carbón) de Marruecos.

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