El uso de fertilizantes, la transformación en regadío de miles de hectáreas de secano y el incremento de la ganadería intensiva afectan a la calidad del agua.
Este resumen pertenece a un artículo escrito en Andalucía, pero podría servir para cualquier parte de España, de Aragón y, con pequeños matices para la Ribagorza. El impulso de la industria agroganadera parece que no se modula con la acción de la administración. Por un lado, las inspecciones de acuerdo a la normativa en vigor son meramente simbólicas y los cambios de normativa que deberían salvaguardar el buen estado de las masas de agua, no van en sintonía con el ansia de la industria por colonizar eso que se está dando en llamar "España vacia/vaciada".
Desde Andalucia a Aragón pasando por Castilla La Mancha, la realidad es la misma: el asalto a un recurso público como el agua, con un total desinterés por su buen estado.
“La contaminación difusa es más compleja que resolver que la contaminación puntual”, señala Antonio Amarillo, responsable del área de Aguas de Ecologistas en Acción, por correo electrónico. Explica que, efectivamente, “la más extendida sigue siendo la contaminación por nitratos cuyo origen está ligado a la fertilización de los suelos por compuestos nitrogenados en la agricultura intensiva”. La transformación en regadío de miles de hectáreas de secano, tanto de cultivos herbáceos como leñosos, es una de las principales amenazas.
La opinión pública no debería admitir el argumento de los puestos de trabajo ni de que no hay otra alternativa. Esa simplificación interesada conforma el imaginario colectivo de la conformidad que es un cheque en blanco para vaciar la España interior.
Artículo completo:
https://andaluciainformacion.es/provincia-de-cadiz/915212/alerta-ante-la-contaminacion-de-acuiferos/
Entradas anteriores: