viernes, 14 de mayo de 2021

CASTANESA. EXPROPIACIÓN DE URGENCIA

 


Después del recurso presentado por una parte significativa de habitantes del valle de Castanesa contra el proceso expropiatorio de los terrenos necesarios para la continuidad de las obras de ampliación de la estación de Cerler, cabían varios escenarios.

De entrada, parece evidente que la aceptación que las obras de ampliación generan en el valle, no es tan unánime como sus promotores pretenden hacer creer a la opinión pública. Parece, también evidente que la imagen de sus habitantes, como alguno de esos que saca la TV representando el papel del pobre que necesita las pistas de esquí para alimentar el fuego de su vieja cocina, también es una fantasía y que buena parte de esos habitantes no se sienten especialmente bien tratados cuando algunos “selectos” han hecho el negocio del siglo mientras ellos van a ser expropiados sin mayores contemplaciones.

No es nada raro que los expropiados sientan que lo suyo no es una expropiación cualquiera. Lo normal es que se recurra a la expropiación forzosa cuando es precisa la ejecución de una obra pública que repercuta en el bien común y este no parece el caso, sobre todo teniendo en cuenta la asimetría/injusticia del reparto del beneficio del proceso de adquisición de terrenos que conocemos.

A estas alturas de este largo partido lo que sí parece claro es que las decisiones de ARAMON están siendo determinadas por las de los opositores a las obras. Por eso el recurso contencioso-administrativo de que hablamos en la anterior entrada ha sido respondido por la solicitud de la mercantil Fomento y Desarrollo del Valle de Benasque para que se declare la ocupación urgente de los bienes y derechos afectado para le ejecución de las obras. Esta petición, que ha sido dirigida al Departamento de Economía Planificación y Empleo, libera al de Vertebración del Territorio Movilidad y Vivienda de la responsabilidad de que, en base a las actuaciones y consideraciones que ya había realizado, pudiera denegar de oficio la urgencia de esta expropiación. Con mucha probabilidad hubiera bastado un informe de los servicios jurídicos del G.A. para garantizar la continuidad del expediente hasta que se resolviera el contencioso y eso no habría permitido a las maquinas volver por primavera a las laderas de Basibé.

A estas alturas y pese a que no ha sido publicado aun en el BOA, sabemos que el Consejo de Gobierno del pasado 5 de mayo ha declarado la ocupación urgente de los bienes y derechos por la expropiación necesaria para la realización de las obras.

Creemos que queda demostrado que las presiones del PSOE de Huesca/Bonansa sobre el de Zaragoza/Ejea ha hecho que la deseable paz del polifacético Gobierno de Aragón recomiende que la consejería que gestiona CHA se haga a un lado manteniendo la ficción de oposición teórica, pero sin impedir la materialización del procedimiento de urgencia. En el lenguaje vulgar se llama “ponerse de canto” o también nadar y guardar la ropa para que todos salgan airosos. PODEMOS ya ha hecho algo parecido con el ICA en Zaragoza y ahora le toca a Chunta Aragonesista asumir el coste de estar en el gobierno. Con un adecuado maquillaje oratorio convenientemente cuatripartito, cada cual podrá, o al menos intentará, convencer, a su electorado de que se mantienen fieles a sus principios.

Queda demostrada con esta estrategia la evidente connivencia entre los promotores de la ampliación y los gobernantes aragoneses que comparten sillones en ambos consejos, el del G.A. y el de ARAMON.

En este estado de cosas, lógicamente desde la Plataforma en Defensa de las Montañas se recurrirá el procedimiento de urgencia y a partir de ahí deberán ser los jueces quienes deberán entrar en el reparto de esta tragicomedia tal como hicieron cuando se anuló el Plan General de Ordenación Urbana que avalaba el pelotazo urbanístico de los habitantes selectos del valle con la bendición de IBERCAJA. 

El siguiente episodio será difícil de vaticinar. Puede que las razones legales para que la expropiación no continúe tengan suficiente peso como para convencer a la sala de lo contencioso, puede que las depauperadas arcas de ARAMON no permitan más obras o, por el contrario, puede que llegue dinero a espuertas de los fondos europeos de recuperación, puede que los jueces atiendan la demanda sin imponer una fianza como aval a las medidas cautelares o puede que esa fianza sea de tal cuantía que haga imposible la paralización de las obras.

Mientras todo eso pase, además de hacerse viejos todos los agentes de este despropósito, parece que la administración seguirá dejando de lado la emergencia climática, la transición energética y toda la realidad post-covid de la que nadie sabe como va a quedar la sociedad española en general y ribagorzana en particular.

Lo que si que parece quedar claro es que hoy como siempre, se tiene la sensación de que los intereses de una pequeña parte de la sociedad pesan mucho más que el bien común y que todo el aparato de las administraciones son la herramienta de la oligarquía para perpetuar su permanente beneficio. En este, como en otros casos, la política de hechos consumados nos puede llevar a consolidar una ilegalidad gestionada por un grupo empresarial arruinado en un territorio maltratado medioambiental y socialmente.