jueves, 17 de junio de 2021

CASTANESA,... ¿OTRO CASO MÁS DE POLÍTICA DE HECHOS CONSUMADOS?

 

MULARROYA Y CASTANESA. LA POLÍTICA DE HECHOS CONSUMADOS

El levantamiento de las actas de ocupación de los terrenos del valle de Castanesa necesarios para continuar la sinrazón que supone la ampliación de las pistas de esquí de Cerler, puede suponer un episodio más de la “política de hechos consumados” que el cuatripartito del Gobierno de Aragón ha configurado como costumbre en su forma de gestión.

Ante la sorpresa de una parte de la población, demasiado pequeña para que su voto pueda repercutir efectivamente en ese cambio de modelo al que todos los candidatos invocan en campaña electoral, se repite en las cumbres de Castanesa lo que ya se hizo en Mularroya. Bien es cierto que a otra significativa parte de la población aragonesa, no parece importarle ni Mularroya, ni Castanesa ni el tren convencional ni nada que esté a dos palmos de su mascarilla. Se diría que el baño de mezquindad, zafiedad y mentira a que nuestra clase política nos va acostumbrando poco a poco y nuestros medios de comunicación expanden a los cuatro vientos, cala como una fina neblina de amanecer hasta configurar la sociedad acrítica y acomodada al relato de la realidad que menos altere su comodidad, que tenemos tanto en la España llena como en la vacía.

Ni las sucesivas sentencias de la Audiencia Nacional, en el caso de Mularroya, ni el hecho de la judicialización pendiente en el caso de Castanesa, son suficientes argumentos para que un gobierno de “izquierda presunta”, adopte un mínimo principio de cautela que obligue a una ralentización de las obras en litigio, a la espera de que las iniciativas empresariales de unos y las reivindicaciones de otros, puedan armonizarse tal como sería de esperar en un estado de derecho.

En estos, como en otros muchos casos que se dan en Aragón pesa, como una gran losa sobre su ejecutivo, la voluntad y los intereses de los grupos empresariales que, desde la agricultura industrial, el turismo de nieve o la especulación urbanística, ven en el medio natural y en sus recursos una fuente de ingresos a corto plazo a la que no están dispuestos a renunciar así lo exija el cambio climático, la pérdida de la biodiversidad, la transición energética o el sursum corda. Con un poco de habilidad gramatical, “DESARROLLO SOSTENIBLE” se convertirá en la falacia que lo sostiene todo y los partidos en minoría de ese insostenible ejecutivo aceptarán la renuncia a sus principios a poco que una nueva oleada de palabras vacías y “romanzas de tenores huecos” puedan convencer a su cansada clientela de que son el elemento necesario para un equilibrio político que, hace años se anuncia pero que no acaba de llegar.

Faltan voces que digan y oídos que escuchen que la convivencia social no se puede regir por las reglas del mercado. Resulta especialmente triste que precisamente sean nuestros poderes públicos quienes se salten a la torera las sentencias de los tribunales,  el buen juicio de los científicos o las peticiones de la gente y, por la vía de los hechos consumados, determinan la escala de prioridades a que deberán ceñirse los aragoneses de mejor o peor grado.

Este video grabado en Castanesa da un claro testimonio de las prácticas del Gobierno de Aragón y de ARAMON en el proceso de expropiación del que venimos hablando en las últimas entradas de este blog. 


Todas las medidas emprendidas en nombre del «rescate de la economía» se convierten, como tocadas por una varita mágica, en medidas que sirven para enriquecer a los ricos y empobrecer a los pobres.

Zygmunt Bauman